Sin embargo, las votaciones que estaban previstas para este domingo, no tienen la autorización del Gobierno de Madrid, por lo que a las primeras horas los oficiales entraron por la fuerza para llevarse las urnas que servirían para el referéndum independentista.

Hace pocos minutos, una portavoz precisó que los servicios de salud atendieron a 337 personas que se presentaron en hospitales y centros de salud. De este total, dijo que tenía confirmados 90 heridos y un “herido grave”, alcanzado en un ojo. En cuanto a los demás se desconoce por el momento su diagnóstico.

Por su lado, el ministerio del Interior español informó de once agentes heridos: nueve policías nacionales y dos guardias civiles.

Desde antes del amanecer, cientos de personas se habían concentrado ante los colegios electorales previstos por el gobierno regional catalán para la celebración de la consulta.

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Su objetivo era votar y también “proteger” pacíficamente estos centros, cortándole el acceso a la policía, que tenía orden de mantenerlos cerrados.

Sin embargo, la policía y la Guardia Civil entraron por la fuerza en diferentes colegios, en particular en Barcelona y en Gerona, el feudo del presidente catalán, el separtista Carles Puigdemont.

En algunos casos, los agentes cargaron contra aquellos que opusieron resistencia, utilizando balines de goma, según varios testigos interrogados por AFP.

Testigos presenciales difundieron en redes sociales imágenes de los incidentes, que mostraban cómo algunos manifestantes eran empujados por la policía, e incluso golpeados con porras para que se fueran.

En otro video se veía a manifestantes gritando “asesinos, asesinos” a los agentes, y rodeando, con las manos en alto, a un grupo de antidisturbios.

 

“La Policía Nacional y la Guardia Civil tienen que actuar”, dijo en una comparecencia en Barcelona, lamentando que los Mossos d’Esquadra, la policía regional dependiente del gobierno independentista catalán, “se haya impuesto la línea política por encima de la línea profesional”.

Este cuerpo policial tenía que desalojar antes de las 06H00 (04H00 GMT) los más de 2.300 espacios designados como punto de votación en este referendo, convocado por el presidente regional Carles Puigdemont desoyendo la prohibición del Tribunal Constitucional.

“El único objetivo del Estado, los tribunales y las fuerzas de seguridad es que todos los catalanes volvamos a tener el marco legal y constitucional”, señaló el delegado del gobierno de Mariano Rajoy en Cataluña, subrayando que el objetivo “no son las personas (…) es el material electoral”.

AFP / PAU BARRENA

Policía dispara pelotas de goma en Barcelona

El presidente regional Carles Puigdemont votó finalmente en otro centro electoral, en el pueblo de Cornellà del Terri, indicó el gobierno catalán.

“Nos vemos obligados a hacer eso que no queríamos hacer, más aún después de la declaración del gobierno de esta mañana en la que queda más claro que todo es un engaño, todo es una farsa”, añadió Millo, afirmando que el “Estado de derecho ha desmontado el referendo ilegal”.

Ante el temor del cierre de numerosos colegios electorales, el portavoz del gobierno regional Jordi Turull anunció que utilizarán un “censo universal” de modo que los ciudadanos “pueden ir a votar a cualquier punto de votación”.

También señalaron que las papeletas podrían introducirse en la urna sin sobre, ya que millones de ellos habían sido requisados en los últimos días por la policía y no tuvieron tiempo de reponerlos.

AFP