Como ya había adelantado este lunes que haría, el administrador de la Agencia estadounidense de Protección Ambiental (EPA, en inglés), Scott Pruitt, firmó hoy un aviso en el que propone la derogación del CPP.

Esa derogación “facilitará el desarrollo de los recursos energéticos de Estados Unidos y reducirá cargas reguladoras innecesarias”, declaró Pruitt en un comunicado.

Si se elabora una nueva normativa al respecto, se hará “cuidadosa, correctamente y con humildad, escuchando a todos los afectados”, adelantó Pruitt.

El denominado Plan de Energía Limpia de Obama fue lanzado en 2015 con la meta de que Estados Unidos redujera para 2030 en un 32 % las emisiones de carbono de las centrales eléctricas con respecto a los niveles de 2005.

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Pieza fundamental de los esfuerzos de Obama contra el cambio climático y bloqueado provisionalmente por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en febrero de 2016, el expresidente pretendía con ese plan ir reemplazando las centrales eléctricas de carbón por plantas abastecidas con gas natural y energías limpias como la eólica o la solar.

En marzo pasado, Trump firmó una orden que pedía revisar el CPP como primer paso para buscar la independencia energética del país y crear empleos, particularmente en la deprimida industria del carbón.

En un comunicado, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, calificó hoy de “decisión correcta” la derogación del CPP, sobre el que dijo que fue “una amplia e ilegal expansión de la autoridad gubernamental en el sector de la energía” y “devastadora” para la industria del carbón.

Alejandra Núñez, abogada del Sierra Club, el principal grupo medioambiental de Estados Unidos, le dijo a Efe que la revocación del CPP es “absurda” y “dejará vulnerables a millones de personas expuestas a enfermedades respiratorias y coronarias, y muerte prematura”.

Con EFE