La temperatura registrada en Siracusa, al sureste de Sicilia, supera al anterior récord de 48,5 grados que se vivió en 1999, también en Sicilia.
Italia hace frente actualmente a su semana más calurosa del verano, con temperaturas que superan los 47 grados en Sicilia, provocadas por el anticiclón Lucifer procedente de África, que ya desencadenó incendios.
En Calabria y Sicilia, los bomberos han realizado 300 intervenciones en las últimas 12 horas, y siete aviones contraincendios se han movilizado desde la madrugada, como ha sucedido con conflagraciones en Grecia y Turquía.
En Calabria, las llamas amenazan el geoparque de Aspromonte, reconocido por la Unesco, un conjunto de montañas, cordilleras y mesetas de casi 2.000 metros de altura que se alternan con profundos valles que se elevan sobre un fragmento peninsular de la cordillera de los Apeninos, ofreciendo un panorama espectacular del Estrecho de Messina, Etna y las Islas Eolias.
Durante varios días, las llamas alimentadas por el viento y el calor, han asediado también a La Madonia, una zona montañosa cercana a Palermo, la capital siciliana, y han destruido cultivos, viviendas y edificios industriales.
El gobernador de Sicilia, Nello Musumeci, pidió que se declare el estado de emergencia nacional en La Madonia.
En los próximos días, se espera que el anticiclón responsable de la ola de calor que abruma a Italia, se mueva hacia el norte, donde se espera que las temperaturas alcancen los 39-40 grados en Toscana (centro) durante el fin de semana del 15 de agosto y en Lazio, donde se ubica Roma.
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