La meteoróloga explicó con detalle y mucha claridad qué sucedería si una persona estuviera en la calle mientras la costa oeste de Estados Unidos sufre el impacto del huracán. El agua, dijo, empezaría a subir de nivel progresivamente hasta superar su propia altura.
Las inundaciones, además, harían que los vehículos empezaran a flotar, mientras que los vientos empezarían a destruir todo lo que hubiera alrededor. De igual manera, aparte del agua, una persona podría verse afectada por los químicos y otros residuos arrastrados por la devastación.
La explicación también contempla la posibilidad de que el agua alcance un nivel de 2,7 metros (9 pies), cosa que ya pondría en peligro la vida de cualquier persona. Las inundaciones podrían alcanzar los segundos pisos de las construcciones e incluso podría haber peces flotando alrededor de las personas.
Por eso, la experta hizo énfasis en la solicitud que las autoridades ya les hicieron a los habitantes de la zona que podría verse más afectada por Florence: salir del lugar a tiempo. El peligro se mantiene a pesar de que el huracán, que tocó tierra este viernes, bajó su intensidad.
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