El principal argumento de Gibbens para no condenar con la pena más alta al abusador de 67 años fue que las menores fueron al lugar de la agresión por su propia cuenta, e incluso aceptaron dinero a cambio de favores sexuales. Una de las adolescentes, de 13 y 14 años, se habría quitado la ropa voluntariamente, publica el diario The Kansas City Star.

“Encuentro que las víctimas en este caso, en particular, fueron más infractoras que participantes en una conducta criminal… Ciertamente, estaban vendiendo cosas monetariamente que están contra la ley, incluso para un adulto”, dijo Gibbens antes de sentenciar a Soden, cita el mismo medio.

El fiscal a cargo del caso Todd Thompson señaló que Soden ya tenía dos condenas penales, una por agresión y otra por abuso sexual, por lo cual no merecía ninguna reducción en la pena. El abogado del violador, por su parte, aprovechando el pensamiento del juez Gibbens solicitó la libertad condicional, detalla The Kansas City.

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“Estas niñas son menores de edad y son las víctimas, no las agresoras… No importa lo que hicieron o dejaron de hacer las chicas, él sigue siendo el adulto y nadie merece ser abusado sexualmente”, explicó al diario estadounidense Michelle Herman, presidenta de Sunflower House, una fundación contra el abuso infantil.

Este caso ha generado varios comentarios en contra del juez Gibbens y se estudia una apelación, porque de lo contrario se estarían dejando abiertas muchas puertas a favor de los violadores de menores de edad en Estados Unidos, finaliza The Kansas City.