Sarah Sims, ciudadana del estado de Virginia, EE. UU., tuvo que retirar a su hija del colegio porque la niña no quería ir, pues decía que varios de sus compañeros la maltrataban, relata CNN.

La mujer puso la queja en el colegio pero jamás recibió respuestas o una cita para hablar con los profesores o con el director. No obstante, luego de un tiempo, la mujer volvió a poner a su hija de 9 años a cursar cuarto año en el mismo colegio, y la situación de matoneo se volvió a presentar.

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Como no recibió respuesta, según queda consignado en entrevista exclusiva con CNN, Sims decidió empacarle en la mochila una grabadora de voz encendida para tener de primera mano audios de los presuntos acosadores, pero la grabadora fue descubierta y confiscada por una profesora.

En lugar de llamar a la madre, el colegio fue directamente a la policía, entregó la grabadora y formuló cargos contra la señora Sims, quien con su abogada ya prepara su defensa.