De acuerdo con la cartera, las autoridades de ese poblado “se negaron rotundamente a suspender la festividad”, a pesar del decreto nacional que prohíbe realizar reuniones que conglomeren a cierta cantidad de personas.
El ministerio, igualmente, señaló que la víctima pudo haber interactuado o tener algún tipo de contacto con al menos 100 personas, ya que la celebración contó con varios grupos musicales internacionales e invitados de otras regiones del país.
La actividad folclórica duro en total cinco días y terminó con la tradicional “despedida de la fiesta”. Este tipo de festividades son habituales en las poblaciones rurales y urbanas de la zona andina boliviana, indicó la entidad gubernamental.
Debido a la muerte de este sujeto y a la violación de las medidas preventivas obligatorias, el gobierno le impuso a Patacamaya una cuarentena más estricta y severa, que la que rige actualmente a nivel nacional.
Los ciudadanos de este pequeño pueblo –ubicado a menos de 100 kilómetros al sur de la Paz– ahora solo tienen cinco horas semanales permitidas para salir de sus casas e ir a los supermercados a abastecerse.
Según el último reporte de las autoridades sanitarias, en Bolivia se han registrado hasta el momento 4 muertes y 97 casos de contagio con COVID-19. Este es uno de los países menos afectados con la pandemia en América Latina.
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