De acuerdo con BBC Mundo, Bouteflika sufrió un derrame cerebral en 2013 y desde entonces no le ha hablado al pueblo por estar siempre débil y paralizado. Vive una vida de enfermo, casi terminal.

A pesar de todo ello, anunció que quiere continuar siendo el presidente de Argelia y buscará ser reelegido por quinto mandato.

Según observatorios políticos de la región, es muy “probable” que gane los comicios que están programados para el próximo 18 de abril, aunque la noticia no cayó tan bien en algunos sectores, explica el rotativo inglés.

Especialmente son los jóvenes los que están en contra de Bouteflika y salieron a las calles a protestar durante el pasado viernes, sábado y domingo. En la capital, Argel, la policía tuvo que lanzar gases lacrimógenos para dispersar la protesta más multitudinaria desde la Primavera Árabe, detalla BBC.

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Mientras una gran cantidad de gente protestaba en su contra, el presidente de Argelia estaba en Suiza, recibiendo un tratamiento médico. Los críticos más fuertes llaman a Abdelaziz Bouteflika el “muerto viviente”, y aprovecharon esa coyuntura para seguir atacándolo, indica el medio británico.

Hay tanta incertidumbre en torno al presidente que, el lunes, el embajador argelino en París tuvo que emitir un comunicado para confirmar que Bouteflika “estaba, en efecto, vivo”, comenta a BBC Cristina Mas, experta en asuntos políticos de África del Norte.

BBC detalla que ante la incapacidad de Abdelaziz Bouteflika de asumir el día a día de las decisiones del país, un selecto grupo de altos mandos militares y empresarios (no electos) han tomado el poder y son los que han tomado las riendas de la nación.