Una de las principales objeciones del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) apunta a que los paquetes de recursos no se deberían denominar “ayuda humanitaria” pues “no están supeditadas por los principios de la imparcialidad y neutralidad“, de acuerdo con la revista.

Este tema sería la base fundamental para la no participación de la organización, además de que el gobierno colombiano no hizo ningún contacto para contar con su presencia. “Es muy importante entender cuál es el objetivo de la acción y el gesto humanitario que se hace, porque el objetivo debe ser totalmente y exclusivamente humanitario“, dijo Harnisch a ese medio.

“Tenemos estos principios y para que sea una ayuda humanitaria, debe ser enfocada en las necesidades de los más vulnerables“, añadió el delegado, enfatizando en que su motivación “debe ser neutral, independiente”, pues esto se refleja en el momento de “decidir a quién va a distribuir”.

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Este asunto tampoco sería menor, pues su protocolo contempla que la entrega se haga realmente a quienes la requieren, por lo que la ausencia de entendimiento con el país receptor hace difícil establecer cuál será su destino real.

Harnisch también explicó que en los años noventa algunos gobiernos intentaron usar “la acción humanitaria como una estrategia de política extranjera”, por lo que la CICR optó por hacer más estricta su política al respecto. Según él, en la situación actual también hay una manipulación del término “humanitario” al referirse a la ayuda.

La Cruz Roja también aseguró que hay personas que utilizaron sus insignias en las operaciones en la frontera, pero pidió que dejaran de hacerlo pues comprometerían la “neutralidad, imparcialidad e independencia” de la institución: