La víctima, identificada como Linden Cameron, se encuentra recuperándose en un hospital luego de recibir varios disparos el pasado viernes cuando la policía llegó a su casa, ubicada en el barrio residencial Glendale, de Salt Lake City.

Golda Barton, madre del menor, dialogó con el canal local KUTV y explicó que su hijo recibió tiros en el hombro, ambos tobillos, intestinos y vejiga, por lo que se encuentra totalmente arrepentida por pedir ayuda de la policía para controlar la crisis nerviosa de Linden.

Según el relato de Barton al mismo medio, solicitó un equipo de intervención en casos de crisis porque su hijo, que padece síndrome de Asperger, tenía un episodio de “ansiedad grave por separación”, debido a que ella fue a trabajar por primera vez en más de un año.

“Les dije: ‘Está desarmado, no tiene nada, simplemente se enoja y comienza a gritar’”, narró Barton sobre el angustioso momento. La madre esperaba que los oficiales “aliviaran la situación usando la menor fuerza posible”, detalla KUTV. 

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Sin embargo, los 2 policías que atendieron su llamado entraron en la casa y en menos de 5 minutos empezaron a gritar al niño para que se tirara al suelo, antes de dispararle varias veces, indica el canal estadounidense.

“Es un niño pequeño. ¿Por qué no lo derribaron? Es un bebé que tiene problemas mentales”, dijo la madre del menor, quien pensó por unos segundos que Linden estaba muerto.

El sargento Keith Horrocks de la policía de Salt Lake City comunicó el domingo que los uniformados involucrados en los hechos pensaron que el niño “había amenazado a alguien con un arma”, aunque no se encontró la supuesta arma. Además, según los informes, Linden corrió y un agente le disparó, finaliza KUTV.

A continuación, 2 fotos de Linden Cameron, el joven con autismo al que la policía de EE. UU. le disparó.