Los científicos detrás de un nuevo artículo, publicado en la revista Journal of Hazardous Materials, han descubierto una nueva enfermedad en aves marinas, causada directamente por la exposición a plásticos. La condición, llamada ‘plasticosis’, representa el primer caso de fibrosis inducida por consumo de plástico en animales salvajes, afirman los investigadores.

Las aves con la enfermedad tienen cicatrices en el tubo digestivo por ingerir residuos del material. Los pequeños trozos de plásticos, explicaron los investigadores del Museo de Historia Natural de Londres en un comunicado, inflaman el tubo digestivo.

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“Con el tiempo, la inflamación persistente deja cicatrices y deforma los tejidos, lo que repercute en el crecimiento, la digestión y la supervivencia”, señalan los científicos detrás de la investigación.

Los investigadores analizaron 30 pardelas paticlaras de la Isla Lord Howe en Australia, para ver la relación entre el consumo de plástico y el estado del órgano proventrículo, la primera parte del estómago de las aves. Encontraron que, entre más plástico consumió un ave, más cicatrices presentaba. Esto es grave porque, eventualmente, se podría presentar una rotura gradual de las glándulas tubulares del proventrículo.

Si un ave perdiera estas glándulas, se podría volver más vulnerable a infecciones o parásitos, o incluso se podría afectar su habilidad para digerir alimentos. Este impacto puede ser especialmente riesgoso para las aves jóvenes y los polluelos, “ya que sus estómagos son incapaces de retener mucho alimento. Algunos estudios han descubierto que hasta el 90% de las aves jóvenes contienen al menos algo de plástico que les han dado sus padres. En casos extremos, los polluelos pueden morir de hambre al llenárseles el estómago de plástico que no pueden digerir”, ejemplifican los científicos. 

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Es importante mencionar que los investigadores escogieron a este tipo de aves, ya que previamente habían descubierto que las pardelas paticlaras que viven en esa parte de Australia son las aves más contaminadas por plástico del mundo, porque consumen trozos de plástico en el mar tras confundirlos con comida.

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Alex Bond, coautor del estudio y conservador principal y encargado de Aves del Museo, afirmó en un comunicado que: “Aunque estas aves pueden parecer sanas por fuera, no lo están por dentro. Este estudio es la primera vez que se investiga el tejido estomacal de esta forma y demuestra que el consumo de plástico puede causar graves daños en el sistema digestivo de estas aves”.

Hasta ahora, solo se sabe que la ‘plasticosis’ afecta al aparato digestivo, pero hay indicios de que podría afectar a otras partes del cuerpo, como los pulmones, agregaron los científicos en el comunicado. Asimismo, resaltaron que, aunque la enfermedad solo se ha identificado en estas aves marinas, “dada la cantidad de contaminación plástica, es razonable suponer que otras especies también se están viendo afectadas por esta enfermedad”.