De acuerdo con un perfil publicado por BBC en 2017, Stone tiene la cara del expresidente de Estados Unidos Richard Nixon tatuado en la espalda y ha tenido varios escándalos, incluso de tipo sexual.

Según dice este medio, este hombre ya había imaginado a Donald Trump como alguien “presidenciable” desde los años 90.

Es calificado desde hace tiempo como “sucio” y “embustero” en la política y según BBC es algo que “ni el mismo reniega”. “No digo que él sea el hombre más moral; digo que es efectivo y siempre lo ha sido“, indicó Hank Sheinkopf, otro veterano consultor que vive en Nueva York y que conoce a Stone desde los años 80.

Roger Stone

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El mismo Sheinkopf explica que Stone siempre fue un líder y un adelantado en entender y disputar los votos de obreros pocos calificados o católicos blancos, que solían ser parte fuerte de la base electoral de los demócratas.

En el inicio de la campaña de Trump se vio la mano de Roger Stone. La lucha contra la inmigración y la crítica a la élite política fueron sus principales estrategias para ganar las elecciones, detalla BBC.

El asesor político tuvo su primer escándalo en 1974, con el recordado caso de Watergate. Aunque no fue señalado como uno de los principales autores, su nombre sí rodó y sonó por los pasillos de la Casa Blanca. Desde entonces apoyó con todas sus fuerzas a Richard Nixon, tanto así que se tatuó la cara del expresidente en su espalda, señala el medio británico.

Luego ayudó a llegar al poder a Ronald Reagan en los 80 y desde ahí creó una empresa de lobby para vender sus influencias dentro del gobierno. De acuerdo con BBC, entre los clientes de la consultora que tuvo figuran dictadores como Ferdinand Marcos, de Filipinas, o Mobutu Sese Seko, de la hoy República Democrática del Congo.