La pequeña Zohra Bibi fue empleada por la pareja para cuidar de su hijo, que es de la misma edad, una práctica común en Pakistán.

“La pobre niña fue torturada por (la pareja) que la acusó de haber liberado a uno de sus cuatro loros”, dijo el oficial encargado de la investigación, Mukhtar Ahmad.

El marido “le dio una patada en la parte baja del vientre que resultó fatal”, añadió el oficial sobre el más reciente caso de violencia contra menores que ha provocado una ola de cólera en el país.

La ministra de Derechos Humanos, Shireen Mazari, confirmó las detenciones en un tuit y añadió que su ministerio estaba en contacto con la policía.

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Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Pakistán hay unos 8,5 millones de sirvientes, muchos de ellos son niños.

Estos trabajadores domésticos se ven expuestos a todo tipo de abusos, incluido el abuso sexual, un tema tabú.

La cultura patriarcal de Pakistán, con su estructura de clases sociales rígidas, a menudo les impide expresar lo que viven.