El empresario ruso, uno de los más ricos de Europa, manifestó que las decisiones tomadas en bloque por la Unión Europea y Estados Unidos han afectado sus inversiones de maneras inimaginables.

“No sé cómo vivir. No sé. Realmente no lo sé. Estas sanciones son infundadas e injustas. No le deseo esta situación ni al peor de mis enemigos”, detalló Fridman en palabras recogidas por la cadena española Antena 3.

El oligarca ruso indicó que una gran parte de su capital quedó congelada luego de las decisiones tomadas por países europeos, que bloquearon activos pertenecientes a ciudadanos de esa nación.

“Si las personas que están a cargo en la Unión Europea creen que, debido a las sanciones, podría acercarme a Vladimir Putin y decirle que detenga la guerra, y que funcionará, entonces me temo que todos tenemos un gran problema”, agregó Fridman en diálogo con el diario El Mundo.

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El empresario con una fortuna avaluada en 14.000 millones de dólares (53 billones de pesos) relató cómo fue el momento en que su abogado le notificó acerca de las sanciones y de la pérdida, casi inmediata, de una buena parte de su capital.

“Estaba en ‘shock’. Casi no entendía ni lo que estaban diciendo. Han sido cambios dramáticos en mi vida. Se me ha arrebatado todo lo que he construido en los últimos 30 o 35 años”, apuntó en conversación con ese periódico.

Añadió que, al tener sus cuentas congeladas en Reino Unido (donde vive), solo puede hacer un gasto máximo mensual de 3.300 dólares (12 millones de pesos) y debe hacerlo con el beneplácito del gobierno británico.

Más allá de su situación personal, hizo un llamado para que la guerra acabe y la gente que sufre de verdad, en Ucrania, pueda volver a sus hogares. “Mis problemas no son nada en comparación con los problemas de ellos”, sentenció a El Mundo.