Obama, de 59 años, dijo que tiene “total confianza” en las autoridades sanitarias del país, incluido el inmunólogo Anthony Fauci, una figura científica muy respetada en Estados Unidos.

“Si Anthony Fauci me dice que esta vacuna es segura y puede inmunizar contra el covid, definitivamente la tomaré”, dijo en una entrevista de radio en SiriusXM.

“Les prometo que cuando (la vacunación) se haga para personas que corren menos riesgos, la tomaré. Puede que termine haciéndolo en la televisión o que lo filmen, solo para que la gente sepa que confío en esta ciencia“, explicó.

Un representante de George W. Bush dijo más tarde a la cadena CNN que el expresidente republicano de 74 años también estaba dispuesto a promover las vacunas, administrándose la dosis “ante las cámaras”.

Y el portavoz de Bill Clinton, Ángel Ureña, dijo asimismo a CNN que el expresidente demócrata, también de 74 años, sería vacunado públicamente “si eso anima a todos los estadounidenses a hacer lo propio”.

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Las declaraciones de los exmandatarios se conocieron en momentos en que Estados Unidos se prepara para recibir las primeras dosis de la vacuna contra el virus antes de que finalice el año.

Tanto Pfizer como Moderna han solicitado ya al Gobierno de Donald Trump que autorice de emergencia sus vacunas.

Un panel de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) aconsejó el martes destinar las primeras vacunas disponibles a los trabajadores sanitarios y a los ancianos que viven en residencias.

Una encuesta de la firma Gallup dada a conocer en noviembre pasado por medios locales reveló que un 42 % de los adultos estadounidenses aseguró que no se pondría la vacuna.

Ese porcentaje, sin embargo, es menor que el 50 % registrado en un estudio similar realizado por la misma compañía de encuestas en septiembre pasado.

“Las vacunas son la razón por la que ya no tenemos polio, la razón por la que ya no tenemos un montón de niños muriendo de sarampión y viruela y de enfermedades que solían diezmar poblaciones y comunidades enteras”, añadió Obama.

Admitió igualmente que entre la comunidad afroamericana puede existir “cierto escepticismo” frente a la vacuna, al recordar un estudio efectuado en la ciudad de Tuskegee, donde el Servicio de Salud Pública observó la progresión de la sífilis entre casi 400 negros pobres en Alabama a lo largo de 40 años (1932-72).

Estos hombres nunca fueron informados de que habían contraído la enfermedad venérea y nunca fueron tratados, aunque sí fueron sometidos a pruebas médicas gratuitas, recibieron alimentos y cobertura de gastos fúnebres. En la demanda por los experimentos en Tuskegee las víctimas fueron indemnizadas.

Hasta la fecha, Estados Unidos suma 13.901.477 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y 273.181 fallecidos por la enfermedad de la COVID-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.