Moody –y otros 16 fiscales generales de estados que son afines a Trump– firmó un escrito en el que insta al Supremo de Estados Unidos a escuchar la demanda interpuesta por el estado de Texas contra los de Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin, todos ellos estados donde Joe Biden venció al actual presidente, el republicano Donald Trump.

“La integridad y resolución de las elecciones de 2020 es de suma importancia”, escribió Moody en su cuenta de Twitter, y agregó que la Corte Suprema de Estados Unidos “debe sopesar los argumentos legales de la moción de Texas y todos los asuntos pendientes para que los estadounidenses puedan estar seguros de que la elección se revisó y decidió de manera justa”.

Texas dice que voto electrónico fue implementado con coronavirus como excusa

En su escrito ante el Tribunal Supremo, el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, acusa a los gobernadores de Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin de haber usado la pandemia de COVID-19 como un “pretexto” para cambiar las reglas electorales y permitir mayor voto por correo, una opción que eligieron millones de estadounidenses.

La demanda argumenta que las elecciones en estos cuatro estados sufrieron “irregularidades en la votación”.

Sin embargo, funcionarios de los cuatro estados, republicanos y demócratas, dijeron que estas acusaciones carecen de base y que sus elecciones se decidieron de manera justa.

El objetivo de la demanda es impedir que esos 4 estados certifiquen la victoria de Biden el próximo lunes, cuando el Colegio Electoral tiene previsto reunirse para ratificar formalmente al próximo presidente.

¿Qué sucedería si demanda contra 4 estados claves prospera?

A esos cuatro estados les corresponde en total 62 votos en el Colegio Electoral, de manera que si el Tribunal Supremo se posicionara a favor de Paxton, el resultado de las elecciones podría cambiar, ya que Trump acumula 232 votos y Biden 306, por encima de la barrera de 270 necesarios para alcanzar la Casa Blanca, es decir que Biden quedaría con 244 votos y tendría que iniciarse un proceso de elección alterno.

Paxton argumentó que Texas se siente perjudicado por este asunto porque esos estados “atentaron contra la integridad del voto” de sus propios ciudadanos, pero también del resto de circunscripciones que no cambiaron sus normas por la pandemia.

La demanda fue interpuesta directamente ante el Tribunal Supremo porque es la única instancia con autoridad para dirimir disputas entre estados, aunque ejerce esa competencia solo en contadas ocasiones.

La máxima corte ahora debe decidir si considera o no el caso.

El Tribunal Supremo de EE. UU. está compuesto por 3 jueces progresistas y 6 conservadores, cifra esta última que incluye a 3 magistrados nombrados por Trump.

El mandatario estadounidense hasta ahora no ha reconocido su derrota en los comicios y asegura que si Biden se posesiona, “sería un presidente ilegítimo”.

Este video muestra cómo Trump está esperanzado en que el nuevo proceso le dé la posibilidad de aspirar a la reelección. A esta iniciativa de Texas, el presidente se refirió como “la grande”:

¿Puede Texas demandar elecciones en otros estados?

Lisa Marshall Manheim, profesora adjunta de la Escuela de Leyes de la Universidad de Washington escribe en The Washington Post que “es un absurdo” que Texas pretenda demandar a otros estados.

“El litigio es legalmente incoherente, desligado de los hechos y basado en teorías de un remedio que fundamentalmente malinterpreta el proceso electoral”, señala la especialista en The Washington Post.

Para Lisa Marshall, esta demanda está todavía peor empaquetada que las demandas que se presentaron después del día de elecciones en cada estado para cambiar el resultado de los comicios.

Adicionalmente, Marshall explica que Texas no está en la posición de autorizar o desautorizar a los votantes de otros estados, pues les vulnera sus derechos, y que por eso mismo está segura de que esta nueva demanda no tiene ningún futuro de que prospere.

Por su parte, The New York Times cuestiona a los miembros republicanos del congreso que todavía apoyan las “reclamaciones infundadas de fraude electoral” para no reconocer la derrota de Donald Trump en las urnas.

Incluso, el ‘Times’ cita al senador republicano por Texas John Cornyn, que no está convencido del futuro de esta reclamación:

“Es una maniobra fuera de lo normal y sin precedentes”, aunque se negó a aventurarse a decir cómo terminaría.