El lamentable suceso ocurrió el 9 de julio de 2015, cuando Cassidy apenas tenía 15 años, en la casa donde vivía en la localidad de Spring, Texas (Estados Unidos), pero hasta ahora comenzó el juicio contra su tío político, Ron Haskell, publica el diario The Washington Post.

Este martes 27 de agosto, la joven contó ante la corte de Houston (Texas) que Haskell ingresó a su casa aquel día y los obligó, apuntándoles con una pistola, a ella y sus hermanos, de 4 a 13 años, que se metieran dentro de la sala. Para ese momento los padres no se encontraban en la vivienda, explica el mismo medio.

Haskell se había divorciado recientemente de la hermana de la mamá de Cassidy y fue hasta allá para pedirles que le dijeran donde estaba su exesposa, con quien tuvo 2 hijos. Por eso esperó hasta que llegaran los padres de la familia.

Yo estaba tratando de apelar a su humanidad. No pensé que alguien lastimaría a los niños si supiera sus nombres y cuántos años tenían“, relató la joven al indicar que le dio los nombres y las edades de cada uno de sus hermanos para que no les hiciera nada, detalla el rotativo estadounidense.

Cuando sus padres, Stephen, de 39 años, y Katie, de 34, regresaron a casa, Haskell les dijo que entraran y preguntó que donde estaba su ex, porque había ido a buscar a sus hijos. Al no tener respuesta, les apuntó con el arma y les ordenó que se acostaran boca abajo.

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Cuando Katie se dio cuenta de que los iba a masacrar se levantó, gritó varias veces “No” y trató de quitarle la pistola, pero Haskell le disparó y la mató. “La vi caer… Miré hacia el piso, me tapé los oídos y comencé a gritar”, añadió Cassidy Stay en el juico, citada por The Washington Post.

Luego, su tío político le disparó en la cabeza, pero la bala rozó su cabeza y ahí se quedó callada. Inmediatamente después, Haskell empezó a dispararle indiscriminadamente a su familia. Todos murieron y ella se salvó porque fingió estar muerta.

“La habitación olía a sangre. Sabía agria. Se sentía pesada y caliente. No había espíritu en esa habitación”, recordó la joven, de ahora 20 años, durante su testimonio en el juzgado.

Fue la misma Cassidy quien llamó al 911, (número de emergencia), cuando su tío abandonó la casa y manifestó que toda su familia había sido asesinada “por tío Ronnie”, quien fue detenido rápidamente, señala el mismo diario.

Los fiscales dicen que la familia fue víctima de la venganza de Ron Haskell por ayudar a su exesposa Melanie a separarse de él, mientras que su abogado alega a que su cliente sufría de una enfermedad mental grave y en el momento de la masacre no era capaz de distinguir el bien del mal. De ser hallado culpable, el hombre podría enfrentar la pena de muerte, finaliza The Washington Post.