Nicolás Maduro llegó en la noche de este viernes a Ciudad de Méxicopara participar en la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y, eventualmente, para después ir a la Asamblea General de Naciones Unidas, que se reúne a partir del martes próximo en Nueva York.

Lo hizo bajo la sombra, evocada por medios locales y redes sociales, de la posibilidad de ser detenido fuera de su país por la acusación que le hizo Estados Unidos en relación con el narcotráfico.

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Pero este sábado se le volvió a ver en la capital mexicana, en inmediaciones del Palacio Nacional, en donde tiene lugar la cumbre, conduciendo un vehículo y haciendo la señal de ‘victoria’. El ambiente parecía auspicioso afuera. En el recinto no.

Ya en la sesión, el mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez, advirtió que su gobierno no ha cambiado de postura respecto a Venezuela, con la que rompió relaciones luego de reconocer a Juan Guaidó cuando se autoproclamó presidente en 2019.

Mi presencia en esta cumbre en ningún sentido ni circunstancia representa un reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de mi gobierno y creo es de caballeros decirlo de frente”, sostuvo en su intervención Abdo Benítez.

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Por su parte, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle, afirmó que participar en la cumbre de la Celac no significaba ser “complaciente” con países donde “no hay una democracia plena (…), se utiliza el aparato represor para acallar las protestas, cuando se encarcelan opositores“.

Con “voz tranquila pero firme, debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela“, subrayó Lacalle ante sus colegas, sobre denuncias de violaciones de los derechos humanos en esos países.

“Le digo al presidente de Paraguay: ¡ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre la democracia en Paraguay, en Venezuela y América Latina! ¡Ponga usted, presidente Lacalle (de Uruguay), la fecha y el lugar!”, expresó Maduro en respuesta.

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Maduro también invitó a los países de la región a ser testigos de los comicios municipales que se harán el 21 de noviembre próximo, en los que la oposición participará luego de tres años de boicot electoral.

“¡Vayan! (…), vean al dictador Maduro cómo convoca a la elección número 29 (…), toda la oposición se ha inscrito. Bienvenidos y que gane quien tenga que ganar”, ironizó Maduro.

Guaidó es reconocido como presidente interino por medio centenar de países, encabezados por Estados Unidos, aunque Maduro mantiene el control territorial e institucional con apoyo de los militares, Cuba, Rusia y China.

Durante el pleno de la Celac, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, salió en defensa de Maduro y condenó una vez más las sanciones económicas de Estados Unidos contra Caracas y La Habana.