De acuerdo con el diario The Telegraph, el especialista en la propagación de enfermedades, rompió el aislamiento obligatorio en dos oportunidades al permitir que Antonia Staats, una mujer casada y con hijos, atravesara Londres para que lo visitara en su casa.
“Acepto que cometí un error de juicio y tomé el curso de acción incorrecto. Por ello, he dado un paso atrás en mi actividad en el Grupo Asesor Científico para Emergencias”, manifestó en un comunicado el epidemiólogo de 51 años.
El científico, además, señaló en el documento que se arrepiente “profundamente de cualquier menoscabo del mensaje de la necesidad de distancia social para controlar esta pandemia devastadora”.
A mediados de marzo, Ferguson publicó un informe en el que aseguró que el Reino Unido se enfrentaba a una estimación de 260.000 muertes por COVID-19, si no endurecía las medidas de aislamiento social.
Pocos días después, el 23 de marzo, el primer ministro británico, Boris Johnson, ordenó el confinamiento domiciliario obligatorio (con algunas excepciones), medida que continúa vigente en ese país.
A pesar de que el gobierno inglés dice que son menos, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), en el Reino Unido se han reportado hasta el momento 32.313 muertes asociadas al brote, siendo la segundo nación más afectada del mundo por la pandemia.
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