Un estudio basado en datos de la sonda Juno de la Nasa reveló que el núcleo rocoso Júpiter se formó “absorbiendo” planetas enanos. La investigación difiere de la teoría que hasta ahora se tenía de que su interior se formó con millones de pequeñas rocas espaciales.

Un estudio publicado en la revista Astronomy and Astrophysics, que se basó en datos de la sonda Juno de la Nasa, reveló que el núcleo rocoso de Júpiter se formó hace millones de años “absorbiendo” planetas enanos, conocidos como “planetesimales”. Los planetas enanos se habrían visto atraídos por su gravedad hasta ser absorbidos por este.

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Júpiter está integrado por una concentración de materiales pesados equivalente a entre 10 y 30 veces la masa de la Tierra. El estudio sugiere que si estos planetesimales no se hubieran integrado a Júpiter, existe la posibilidad de que se hubieran unido a la Tierra o a Marte.

Con los datos que entregó Juno, los científicos construyeron dos modelos del interior de Júpiter para comprender cómo se conforma el planeta debajo de los gases de hidrógeno y helio que lo componen. Los investigadores exploraron “el mayor conjunto posible de modelos realistas hasta la fecha que representan el interior” de este planeta, según señala el estudio. (Lea: Prueba del cohete lunar de la Nasa cumple el 90% de sus objetivos)

Cada modelo tiene tres capas, pero con diferencias en su interior. El primero, se compone en su totalidad por elementos pesados y el segundo por un núcleo diluido entre hidrógeno, helio y elementos pesados. Los modelos permitieron calcular los campos de gravedad del planeta y los compararon con los datos que se conocen gracias a Juno.