La señal emitida por moléculas de oxígeno es “débil” pero “clara”, señala en un comunicado el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (Alma), en el que asegura que se trata de las “más distantes encontradas hasta la fecha”.

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Según el equipo que hizo el hallazgo, que publica un artículo en la revista Nature, la galaxia “comenzó a formar estrellas de forma inesperadamente precoz, tan solo 250 millones de años después del Big Bang”.

“Me emocionó mucho ver la señal de las moléculas de oxígeno más distantes”, dice Takuya Hashimoto, autor principal del artículo publicado en Nature e investigador de la Universidad Osaka Sangyo y del Observatorio Astronómico Nacional de Japón.

El equipo internacional de astrónomos, dirigido por Hashimoto, usó Alma para observar la galaxia, conocida como MACS1149-JD1, donde detectó los rastros de oxígeno ionizado.

La luz infrarroja emitida por el oxígeno se estiró a longitudes de microonda, debido a la expansión del Universo, antes de alcanzar la Tierra y ser captada por Alma.