“Mi esposa y yo hemos sabido que un vídeo que contiene material de naturaleza sexual, hecho para ser visto solo por nosotros, y que fue robado cuando mis comunicaciones fueron ilegalmente interceptadas y mi teléfono hackeado en 2016/2017 está circulando”, señaló el funcionario en su cuenta de Twitter.

Además agregó que “este vídeo ha sido objeto de un número de intentos de chantaje y extorsión que se remontan al periodo inmediatamente posterior a mi nombramiento como ministro de Finanzas, en marzo de 2017, los cuales categóricamente he rechazado considerar”.

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El ministro, que ocupa la cartera de Interior desde febrero pasado, explicó que la policía está al corriente y aprovechó para pedir perdón, en especial a su familia y a la sociedad sudafricana, por el “dolor y vergüenza” que pueda causar la posible difusión de las imágenes.

“Espero que nuestra nación, un día, se comprometa constructivamente con la pregunta de si es correcto condonar y promover la repugnante invasión de la privacidad de los otros al distribuir materiales como estos, especialmente en clara ausencia de una justificación de interés público”, concluyó.