El caso está causando estupor en el Reino Unido, destaca el Times of Israel, pues los responsables de dar vida a este nuevo ser humano se saltaron varias reglas de la estricta ley británica a este respecto, pues no es posible obtener ese material genético sin la autorización del donante.

Para llevar a cabo el procedimiento sin enfrentarse a la ley británica, la pareja de millonarios, de aproximadamente 50 años, envió el esperma a Estados Unidos.

La muerte del único heredero se produjo hace 4 años, pero solo hasta ahora se conoció, según el diario británico Mirror, que el hijo del difunto, engendrado con el óvulo de una donante y un vientre sustituto, ya cumplió 3 años de vida.

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Todo el procedimiento le habría costado a la pareja el equivalente a unos 400 millones de pesos colombianos.

Las técnicas de fertilidad utilizadas por el médico judío David Smotrich, en La Jolla, California, EE. UU., son prohibidas en el Reino Unido, reporta The Sun.

Otro aspecto curioso de este caso es que el padre del niño murió en un accidente de motocicleta y su cuerpo fue encontrado dos días después, más o menos en el límite para extraer los espermatozoides vivos.