La emisora informa que las autoridades estiman que el número podría llegar a 400 militares venezolanos al final de este martes 26 de febrero.

Los uniformados entraron al país “huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro, buscando protección y ayuda” tras los desmanes ocurridos el fin de semana, cuando voluntarios movilizados por el líder opositor Juan Guaidó intentaron ingresar asistencia humanitaria al país petrolero.

Al menos cinco uniformados, uno vestido de civil, ingresaron el lunes por el puente internacional Simón Bolívar, que une a ambas naciones, constató un equipo de la AFP en Cúcuta.

Dos de ellos, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, llegaron acompañados de sus perros antidrogas.

“Estamos en desacato con el gobierno que tenemos”, dijo uno de ellos, que venía escoltado por soldados colombianos.

En un boletín anterior, Migración Colombia indicó que varios de los desertores “llegaron con sus familias por temor a las represalias”.

El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por medio centenar de países, ofreció amnistía a los miembros de la Fuerza Armada que rompan con el gobierno de Nicolás Maduro, cada vez más aferrado a los militares para mantenerse en el poder.

Dos militares más desertaron del régimen de Maduro

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Las primeras deserciones se produjeron el sábado antes de que Guaidó anunciara desde Colombia la salida de ayuda en camiones con alimentos e insumos médicos donados por Estados Unidos y otros países.

Sin embargo, el operativo debió ser replegado al final de la tarde ante el fuerte bloqueo impuesto por Maduro que derivó en disturbios que dejaron cuatro muertos y centenares de heridos en los límites de Venezuela con Colombia y Brasil.

Los desertores reciben un salvoconducto temporal, mientras se estudia caso por caso sus antecedentes y se analiza la concesión del refugio.

Venezuela tiene 365.315 efectivos y 1,6 millones de milicianos civiles.

A pesar de que Maduro enfrenta una dura embestida, mantiene la lealtad de la cúpula militar.

Por su parte, el senador estadounidense Marco Rubio vaticinó lo “peor” para el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, y auguró “cárcel” para el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, pero reiteró la oferta de Washington de eximir de sanciones a altos mandos que desconozcan su “ilegítima” autoridad.