Por primera vez en su historia reciente, México tendrá un presidente de izquierda, por lo que la investidura de Andrés Manuel López Obrador de este sábado es una “celebración” que incluirá el inédito paso del bastón de mando de la comunidad indígena y la novedosa apertura a los ciudadanos de la residencia oficial Los Pinos.

Este protocolario evento en el Palacio Legislativo comenzó con 448 diputados de los 500 que conforman la cámara baja y 110 de los 128 senadores.

Se realizó el pase de asistencia y declaración de quórum del Congreso de la Unión, no sin cierta confusión por parte del presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo.

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“Es un honor, estar con Obrador“, entonaron muchos diputados poco después del inicio de la sesión.

En tanto, un grupo de parlamentarios colgó una pancarta en el salón que rezaba “Maduro, no eres bienvenido”, pues la invitación del presidente de Venezuela a la investidura ha sido muy criticada por la oposición.

Pancarta colgada por algunos diputados mexicanos
Pancarta colgada por algunos diputados mexicanos / AFP

López Obrador, de 65 años, arrasó en las elecciones después de recorrer durante años varios rincones del país prometiendo una férrea lucha contra la corrupción, la pobreza y el crimen organizado.

Pero uno de los problemas más apremiantes que hereda es la caravana de miles de migrantes centroamericanos estacionada en la frontera con Estados Unidos que aspira a recibir asilo en ese país.

No obstante, en el llamado periodo de transición del 1 de julio al 30 de noviembre, López Obrador ya ha anunciado un ambicioso plan de infraestructura y programas sociales para encabezar la denominada “cuarta transformación” de México.