Lo anterior quiere decir que esos pequeños fragmentos de plástico han contaminado el planeta “más profundamente de lo que se creía”, revela un nuevo estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

El estudio, que concluyó en julio pasado y se difundió este viernes, analizó 300 muestras de agua de lluvia o nieve tomadas durante 2017 en 6 sitios urbanos cercanos a Denver y en dos sitios remotos en el Parque Nacional Rocky Mountain.

Se verificó que el 90 % de las muestras analizadas contenía pedazos microscópicos de plástico.

Esos fragmentos, conocidos como microplásticos, estaban compuestos mayormente de fibras azules, rojas, plateadas y verdes.

Los microplásticos, explica el reporte, se forman por la repetida partición de trozos más grandes de plástico y llegan al agua de las ciudades al ser descartados dentro de hogares, oficinas o industrias.

Plásticos

Artículo relacionado

Hallan forma de eliminar microplásticos que contaminan océanos del mundo

Es difícil, por su tamaño, que sean eliminados en su totalidad por las plantas potabilizadoras y purificadoras de agua.

Pero ahora, los expertos del USGS han comprobado que los microplásticos pueden evaporarse junto con el agua, concentrarse en la atmósfera y caer como parte de precipitaciones incluso en lugares donde no hay presencia humana.

“Las personas ven mucho plástico en los océanos, en el suelo o en los supermercados. Pero hay más plástico en el medio ambiente de lo que podemos ver”, expresó el químico Greg Wetherbee, de USGS y supervisor del estudio, al presentar el reporte ‘Está lloviendo plástico’.

“El plástico está en todos lados, también en la lluvia y en la nieve”, enfatizó.

Wetherbee y sus colaboradores encontraron microplástico en zonas en las que se esperaba encontrar: en el centro de la ciudad de Arvada (al noroeste de Denver) o en el campus de la Universidad de Colorado en Boulder.

Pero también lo hallaron en otros lugares, como Loch Vale, a poco más de 3.159 metros de altura en el Parque Nacional Rocky Mountain, un sitio que hasta hace 20 años se mantenía sin contaminación.

En definitiva, dice el reporte, la contaminación del agua con microplásticos es “ubicua y no solamente una condición urbana”, un resultado “no anticipado, pero oportuno”.

Esa conclusión concuerda con un estudio realizado por la Universidad Estatal de Utah sobre contaminantes en los parques nacionales de Estados Unidos y con otro estudio, a cargo de científicos alemanes y suizos y publicado esta semana en Science Advances sobre microplásticos que contaminan la nieve que cae sobre el Ártico.