RFI (Radio France Internationale) - radio francesa de actualidad, difundida a escala mundial en francés y en 15 idiomas más*, mediante 156 repetidores de FM en ondas medias y cortas en una treintena de satélites a destino de los cinco continentes, en Internet y en aplicaciones conectadas, que cuenta con más de 2.000 radios asociadas que emiten sus progra...
El lunes 21 de agosto, Pekín afirmó haber detenido a un funcionario reclutado por la CIA. El funcionario fue supuestamente contactado mientras estudiaba en Japón. Es la segunda vez este mes que la contrainteligencia china anuncia públicamente la detención de un presunto espía.
El sospechoso se llama Hao -en Asia se utilizan los nombres de pila para distinguir a las personas-, pero eso es todo lo que los medios oficiales informaron el 21 de agosto sobre el hombre o la mujer sospechosos de conspirar con Estados Unidos, cuyo tribunal definió el dinero que debe pagar Trump para no ir a la cárcel.
(Lea también: Hallan mujer china muerta en lancha llena de migrantes entre Colombia y Panamá)
El funcionario, de 39 años, fue supuestamente reclutado por la oficina de la CIA en Tokio mientras estudiaba en Japón. Un diplomático estadounidense “estableció una estrecha relación con Hao mediante cenas y regalos”, según la inteligencia china. El recluta volvió entonces a trabajar en la administración en China y se habría reunido en varias ocasiones con contactos locales de la CIA. Hao sería así la segunda “fuente” estadounidense en caer.
La pérdida de numerosos agentes en el bando estadounidense
El 10 de agosto, un empleado de la industria armamentística, de 52 años, también fue acusado de trabajar para los servicios de inteligencia estadounidenses tras unos estudios en Italia. Este tipo de anuncio es poco frecuente por parte de la contrainteligencia china.
Es un recordatorio de que el Partido Comunista tiene el brazo largo: “Los ciudadanos chinos en el extranjero deben resistir la tentación (…) y evitar caer en el abismo del crimen”, dice la agencia de seguridad nacional. Y esto en un momento en que la inteligencia estadounidense intenta reconstruir su red en China, cuyas exportaciones a Colombia bajaron drásticamente, devastada por la pérdida de muchos agentes en la última década.
También es una respuesta a las declaraciones realizadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos el 3 de agosto, en las que afirmaba que dos marines habían sido despedidos por “transmitir información militar sensible a la República Popular China”.
LO ÚLTIMO
.svg)
