Las 3 jóvenes de 14, 15 y 17 años, pertenecientes a una misma familia dalit o “intocables” ーel escalafón más bajo del sistema de castas hindúー, fueron encontradas inconscientes el pasado 17 de febrero en la aldea de Bahuhara, en el estado de Uttar Pradesh, atadas con su propia ropa de manos y piernas.

Anand Kulkarni, superintendente de policía del distrito de Unnao, donde ocurrió el suceso, afirmó que el martes, después de que la joven sobreviviente recuperó la consciencia, tomaron su declaración.

Así, según el relato de la víctima, las adolescentes estaban en el campo cuando se les acercaron dos chicos a los que conocían y compartieron con ellas agua y comida.

Los 2 jóvenes fueron arrestados el viernes y uno de ellos, Vinay, de 28 años, confesó haber mezclado pesticida en el agua que ofrecieron a las víctimas, ya que quería vengarse de la mayor porque supuestamente lo había rechazado su propuesta sentimental el 14 de febrero, aseguró por su parte la inspectora Laxmi Singh, en una declaración recogida por el diario Indian Express.

La muerte de las adolescentes desató protestas el pasado viernes por los continuos ataques contra los “intocables”, víctimas de abusos frecuentes cometidos por las castas superiores, que los deshumanizan y los consideran un objetivo fácil.

El estado de Uttar Pradesh, y en particular el distrito de Unnao, ha sido escenario frecuente de casos de violencia contra las mujeres y los dalits, sucesos que generaron una gran indignación en todo el país.

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Un tribunal condenó en diciembre de 2019 a cadena perpetua a un parlamentario regional del BJP por la violación en Unnao dos años antes de una adolescente, en un caso en el que también murió el padre de la joven por la supuesta paliza de seguidores del político.

Ese mismo año, también en Unnao, otra mujer murió carbonizada cuando se dirigía a testificar contra sus presuntos violadores.

Y el pasado septiembre, en el último caso en Uttar Pradesh que alcanzó una gran repercusión mediática en todo el país, una joven dalit fue presuntamente violada en grupo y herida gravemente en una aldea por hombres de castas superiores.

La joven murió semanas después por las heridas en un hospital en Nueva Delhi y en plena noche fue trasladada a su pueblo, donde la incineró la Policía sin el consentimiento familiar ni la posibilidad de oficiar un velatorio, según denunciaron.

Estos casos subrayan un problema endémico. Según los últimos datos de la Agencia Nacional de Registro de Delitos de la India (NCRB), en 2018 se denunciaron 33.977 violaciones en el país, de las cuales 2.957 fueron a mujeres de casta baja, más de 8 al día.