Sin embargo, Luca Lucentini, director del departamento de Calidad del Agua del Instituto Superior de Sanidad (ISS), aseguró en un comunicado de prensa que estos restos no representan un riesgo para la salud de las personas.

“El ciclo hídrico integrado, proceso que conlleva a la potabilización de las aguas en el sistema de alcantarillado y de depuración, es ciertamente seguro”, agregó el funcionario en el documento.

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Giuseppina La Rosa, integrante del departamento de Medioambiente de Italia, por su parte, enfatizó que el análisis del agua no potable podría ser de utilidad para controlar la pandemia en ese país, y detectar futuros brotes.

La Rosa señaló que estos rastros de coronavirus en la red de descarga hídrica de las ciudades pueden servir como “espías” del estado de salud de sus habitantes y ayudar así a saber rápidamente si una población está siendo infectada por el patógeno y en qué medida.

“Nuestros resultados se asemejan a los de otros grupos investigadores que han encontrado trazas del virus en el agua no potable, como en Holanda, Massachusetts (EE. UU.), Australia y Francia”, afirmó el presidente del ISS, Silvio Brusaferro.

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Desde que se detectara el primer caso autóctono, el pasado 21 de febrero, Italia ha contabilizado 183.957 personas infectadas con coronavirus, de las cuales han muerto 24.648, de acuerdo al último parte de la Protección Civil.

No obstante, el número de decesos y contagios ha disminuido de manera notoria en los últimos días, lo que hace pensar que el país europeo ya tiene controlada la propagación del virus dentro de su terrotrio.