Así lo informaron las autoridades de Tailandia, que retoman el caso después de que en julio pasado se anunciara el abandono de los cargos contra el nieto del fundador de la marca de bebidas energéticas, lo cual causó gran revuelo en el reino.

Yoovidhya está acusado de arrollar fatalmente a un policía en Bangkok, en 2012, y huir después en su Ferrari. “Ya lo pregonaba el famoso anuncio de televisión: ‘Red Bull te da alas’. Quizá sea ese el secreto que ha permitido” a Yoovidhya “escapar a la justicia”, comenta El País, de España, en la reseña que hace del caso.

Su caso se ha convertido en símbolo de los privilegios de la élite del país y el logotipo de Red Bull ha sido esgrimido durante protestas estudiantiles exigiendo más democracia.

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Ante esta situación, a comienzos de agosto, se abrió una nueva investigación y se emitió una nueva orden de arresto internacional contra Yoovidhya, por “conducción imprudente con resultado de muerte” y consumo de cocaína.

El portavoz adjunto de la policía nacional, coronel Kissana Phathanacharoen, confirmó que Interpol lanzó una notificación roja durante esta semana, un procedimiento para solicitar a las fuerzas del orden de los 194 países miembros de Interpol que localicen y detengan a determinada persona.

El 3 de septiembre de 2012, Boss, uno de los herederos de la familia cuya fortuna según Forbes es de más de 20.000 millones de dólares (unos 17.000 millones de euros), conducía su Ferrari por las calles de Bangkok. Atropelló a un policía en motocicleta, lo arrastró 200 metros y se fugó. El aceite que escapó del coche llevó a la policía hasta su mansión.

Este negó los hechos, pero después reconoció que iba al volante. Fue enjuiciado por exceso de velocidad, atropello y fuga, no ayudar a persona en peligro, y puesto en libertad bajo fianza.

Hay un acuerdo con la familia del policía muerto que por 75.000 euros detiene la acusación civil. En lo penal podría ser condenado a 10 años de prisión.

Pero reiteradamente evita al fiscal alegando problemas de salud. Aunque, en realidad, estaba esquiando en Japón o alojado en lujosos “hoteles” del mundo, según las redes sociales.

En 2017 huyó de Tailandia, justo antes de emitirse una orden de arresto en su contra. Actualmente, algunos cargos de acusación han prescrito.