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Los familiares de los alumnos de una escuela primaria que se incendió en Kenia y dejó 17 niños muertos esperaban este sábado con angustia noticias de otros 70 menores que siguen desaparecidos.
El incendio se declaró en la Academia Hillside Endarasha del condado de Nyeri el jueves hacia medianoche y se propagó a un dormitorio donde había más de 150 niños. La escuela primaria, que acoge a unos 800 alumnos de entre nueve y 13 años, se sitúa en una zona semirural a unos 170 km al norte de Nairobi, la capital del país africano.
Según el vicepresidente Rigathi Gachagua, aún hay 70 niños desaparecidos, sin que eso signifique que estén muertos o heridos. Varios de ellos podrían haber huido a casas cercanas. El presidente William Ruto declaró tres días de luto a partir del lunes e informó que 17 niños de entre nueve y 13 años murieron en el incendio. Otros 14 están hospitalizados.
“Prometo que las preguntas difíciles que se plantearon, como por ejemplo cómo se produjo esta tragedia y por qué la respuesta no fue rápida, se responderán de forma completa, franca y sin miedo ni favoritismos”, añadió en un comunicado. “Todas las personas y organizaciones implicadas tendrán que rendir cuentas y haremos todo lo necesario para garantizar que, en la medida de lo posible, no tengamos que volver a enfrentarnos a una tragedia así”, prosiguió.
El vicepresidente describió la escena como “horrible”, y afirmó que sería necesaria una minuciosa investigación de ADN para ayudar a identificar a las víctimas. “Los cuerpos hallados en el lugar están calcinados hasta tal punto que son irreconocibles”, declaró el viernes la portavoz de la policía, Resila Onyango. “Queremos comenzar hoy el proceso de exámenes de ADN”, declaró a AFP el jefe de investigaciones sobre homicidios, Martin Nyuguto.
– “No puede estar muerto” –
La tensión era palpable entre los familiares congregados frente a la escuela, a la espera de novedades de sus hijos. Varios de ellos se derrumbaron en llantos cuando la policía les enseñó los cuerpos de los alumnos en la sala incendiada. “Por favor encuentren a mi hijo. No es posible que esté muerto. ¡Quiero a mi hijo!”, gritó una mujer alejándose del lugar.
“Estamos en pánico”, dijo el viernes Timothy Kinuthia, desesperado por encontrar a su hijo de 13 años. “Estamos aquí desde las 05H00 de la mañana y no nos han informado de nada”, lamentó. El armazón del dormitorio fue arrasado por las llamas, y su tejado de chapa ondulada se derrumbó por completo, constató AFP. El edificio fue precintado con cinta amarilla por la policía, que acordonó todos los accesos.
La comisión nacional de género e igualdad de Kenia declaró que los informes iniciales indicaban que la residencia estaba “saturada, lo que vulnera las normas de seguridad”. El papa Francisco expresó este sábado en un comunicado su “cercanía espiritual” con las familias de los niños. Tanto Kenia como otros países de África oriental han sufrido numerosos incendios escolares en los últimos años.
En 2016 por ejemplo, nueve estudiantes murieron en una tragedia en un instituto femenino del barrio de Kibera, en Nairobi. En 2001, 67 alumnos perdieron la vida en un incendio criminal de su dormitorio en una escuela secundaria del distrito de Machakos, en el sur de Kenia.