El tiquete ganador del Powerball permaneció durante varios días tirado en el piso del carro de la hermana de Lerynne West, quien lo había comprado en una tienda en el camino, después de beber café con su hermana.

En una rueda de prensa que concedió, luego de reclamar su premio (la mitad del mismo, pues fueron dos número los ganadores), le preguntaron sobre qué destino les daría a esos recursos y West no dudó en decir que se compraría un carro, viajaría, compartiría el dinero con familia y amigos, y ayudaría a otros a través de una fundación, la que ya tiene nombre: Callum Foundation, reporta el diario local Desmoines Register.

Según el WCF Courier, Callum era el nombre de su nieto, que este año murió un día después de su nacimiento prematuro, lo que hace pensar que la fundación es para ayudar a las familias que pasen por un trauma similar.

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Pero un hecho destacado por el Courier que llama la atención es que el día que jugó la lotería, un amigo la llamó y le preguntó que cómo le había ido en el sorteo, que si había ganado, y ella le dijo que lo más probable era que no.

Luego llamó a su hermana y le dijo que le tomara una foto al tiquete que estaba en el piso de su camioneta y se la enviara. Cuando cotejó los números, le dijo a su hermana: “Trae aquí el tiquete de inmediato, con mucho cuidado, y conduce despacio”.