La afirmación la hizo en rueda de prensa el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional. El oficial aseguró que tiene información de la reunión en la que se cambió el plan del secuestro por el magnicidio:

“Varios días antes, al parecer tres, Joseph Felix Badio, que laboró en la comisión de lucha contra la corrupción con el Servicio General de Inteligencia, le indica a [Duberney] Capador y a [Germán] Rivera que lo que tienen que hacer es asesinar al presidente de Haití”.

La Policía reiteró que las investigaciones indican que el sargento retirado del Ejército colombiano Capador, muerto en Puerto Príncipe, participó en reuniones entre “personas que trabajaban para la empresa CTU Security Services” y el que está considerado cabeza de la trama por las autoridades haitianas, Emmanuel Sanon, un médico residente en EE.UU.

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El capitán retirado del Ejército Germán Rivera fue informado “de esta reunión para la contratación inicialmente de unos servicios de seguridad”, apuntó Vargas, y tras ellas, se compraron los billetes de avión a través de la empresa Worldwide Capital, del ecuatoriano Walter Veintemilla, para que ingresaran a Haití “el resto de las personas que se unirían al grupo que ya estaba desde mayo”.

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Las autoridades colombianas aseguraron que inicialmente viajaron cuatro personas para estos “servicios de seguridad” desde finales de abril y mayo, y luego se les unieron 20 personas más en junio que prestaron “servicios de seguridad en grupos de a siete” durante tres semanas.

Y ya en junio, “en reunión con Joseph Felix Badio y una persona llamada ‘Ascar’, German Rivera y Duberney Capador son informados de que se va a arrestar al presidente”, apuntó Vargas.

Ahí el grupo se traslada a una casa cercana a la residencia presidencial, adquieren varios vehículos e “inician unas labores de entrenamiento delincuencial”. Pero es hasta tres días antes que Badio indica a Capador y a Rivera que deben asesinar al presidente, según el relato de la Policía.

Sin embargo, la investigación aún no determina si Badio actuó siguiendo órdenes ni los motivos por los cuales se decidió matar al líder haitiano, cuando según la Policía el comando de mercenarios había sido contratado con la misión de detener a Moise y entregárselo supuestamente a la agencia antidrogas estadounidense DEA.

El pasado martes la policía de Haití activó un orden de búsqueda contra Badio por su presunta participación en el complot, describiéndolo como un sujeto “peligroso y armado”, según el aviso difundido en Twitter.

Boletín contra Joseph Felix Badio / Policía de Haití
Boletín contra Joseph Felix Badio / Policía de Haití

Así, la fuerza pública colombiana reitera lo expresado ayer por el presidente Iván Duque de que los exmilitares tenían una participación en el magnicidio “independientemente del nivel de conocimiento que tuvieran”.

El Gobierno haitiano, sumido en crisis tras el asesinato, anunció hoy que el funeral de Estado de Moise será el próximo 23 de julio en Cap-Haitien, norte del país, y las honras fúnebres comenzarán tres días antes.