“Estados Unidos suspenderá sus obligaciones bajo el tratado INF este 2 de febrero”, lo que puede llevar a su retirada completa del acuerdo dentro de seis meses, dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, durante una conferencia de prensa en Washington.

Luego del primer aviso en octubre de 2018, EE. UU., en cabeza de su presidente Donald Trump, anuncia poner fin al tratado que durante todo este tiempo eliminó una categoría entera de armas nucleares, que incluía a todos los misiles balísticos y de crucero con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.

El anuncio da comienzo a un proceso de 180 días, tras los cuales EE.UU. se retirará definitivamente del tratado, algo que, según ha advertido la Unión Europea (UE), podría iniciar una nueva carrera armamentística entre las dos grandes potencias nucleares del mundo.

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El principal argumento de Trump para abandonar el pacto es que “Rusia ha violado el acuerdo, lo han estado violando durante muchos años”, creando, a escondidas, este tipo de bombas.

“Desarrollaremos nuestras propias opciones de respuesta militar y trabajaremos con la OTAN y nuestros aliados y socios para negar a Rusia cualquier ventaja militar derivada de su conducta ilegal”, dijo Trump en un comunicado minutos después de que su gobierno anunciara la retirada.

“No podemos ser el único país en el mundo atado unilateralmente a este tratado, ni a ningún otro”, afirmó Trump, quien ha retirado a su país de varios acuerdos internacionales desde que llegó al poder en 2017.

EE. UU. y Rusia se acusan mutuamente de violar el tratado, que prohíbe a los dos países signatarios fabricar, desplegar o realizar pruebas de misiles de corto alcance (500-1.000 kilómetros) y de medio alcance (1.000-5.500 kilómetros).