Estados Unidos se plantea tomar esa decisión, mientras China restringió los viajes ante el aumento de los contagios.
Estos movimientos de ambos países llegan cuando la altamente contagiosa variante delta del coronavirus, presente en Bogotá y detectada en Cali, se extiende por el planeta y afecta no solo la movilidad, sino la temporada de turismo del verano boreal.
Estados Unidos quiere una reapertura para extranjeros “de una forma segura y sostenible”, dijo un funcionario de la Casa Blanca pero sin especificar fechas.
La apertura seria en fases y, con limitadas excepciones, para todos los extranjeros “totalmente vacunados”, indico.
China, en cambio, que antes se ufanaba de haber controlado la COVID-19 luego que apareciera en su territorio en diciembre de 2019, realizó exámenes masivos que detectaron contagios de la variante delta.
Los datos oficiales del miércoles revelaron 71 casos, la mayor cantidad desde enero.




Las autoridades chinas anunciaron que dejarán de entregar pasaportes y otros documentos requeridos para viajes “no esenciales y no de emergencia. Se abstuvieron en cambio de una prohibición general de viajes al extranjero.
La decisión de los países se conoce cuando el mundo supera los 200 millones de casos de coronavirus, siendo Estados Unidos el país más afectado, de acuerdo con los datos de Johns Hopkins.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió la semana pasada de que las infecciones por coronavirus se deuplicaron en el último mes en cinco de sus seis regiones geográficas, debido principalmente a la circulación de la variante delta, mucho más contagiosa.
No obstante, con el plan de vacunación, el territorio estadounidense espera seguir reactivando su economía en medio de la pandemia.
LO ÚLTIMO