“Nuestros ciudadanos no entienden cómo algunas personas han sido tan complacientes con el régimen que se está estableciendo en Venezuela. Una dictadura que intenta sobrevivir al precio de un costo humano sin precedentes”, dijo Macron en su primer gran discurso sobre política extranjera.

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El mandatario galo habló ante el conjunto de embajadores franceses reunidos en París y recordó que los recursos en Venezuela, pese a la situación de crisis, siguen siendo “considerables”.

Macron es uno de los primeros presidentes que se refiere al régimen venezolano como dictadura, pues hasta ahora el mundo ha sido tímido en llamar a ese gobierno como lo que es.

Francia se había limitado hasta ahora a condenar la decisión de la Asamblea Constituyente de asumir competencias del Parlamento, controlado por la oposición, y “los actos de violencia” en el país latinoamericano que han dejado en cuatro meses cerca de 130 muertos.

“Deseo reflexionar con los gobiernos de América Latina y Europa sobre la manera de evitar nuevas escaladas, incluyendo regionales”, agregó el joven presidente centrista, de 39 años, ante más de 150 embajadores franceses reunidos en el Palacio del Elíseo para esta tradicional cita anual.

Desde el pasado 4 de agosto rige en Venezuela, con poderes absolutos, una Asamblea Constituyente impulsada por Nicolás Maduro, encargada de redactar una nueva Carta Magna.

Estados Unidos y una docena de gobiernos latinoamericanos calificaron a la Constituyente como un paso hacia una “dictadura”.

Lucha contra el “terrorismo islamista”

En su discurso, en el que detalló las prioridades de Francia en el exterior, Macron señaló la lucha contra el “terrorismo islamista” como la prioridad de la diplomacia francesa.

“La seguridad de los franceses es la razón de ser de nuestra diplomacia. Esta exigencia es visceral. Debemos responder a ella sin vacilar”, señaló el mandatario.

“No hay que caer en la ingenuidad, como tampoco en un miedo al islam, que confunde islamista con islámico”, subrayó.

Francia ha sufrido desde 2015 una ola de atentados islamistas sin precedentes que dejaron 239 muertos.

“La erradicación del terrorismo pasa también por privarlo de su financiamiento”, insistió Macron, que anunció la organización de una conferencia de movilización contra la financiación del terrorismo a principios de 2018 en París.

También afirmó querer “obtener la transparencia de todas las formas de financiación del terrorismo”, y para ello insistió en la necesidad de “no elegir un bando” entre Arabia Saudita e Irán, los dos grandes rivales regionales de Oriente Medio.

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“La fuerza de nuestra diplomacia es hablar con todos”, recalcó.

Paralelamente, Macron defendió el “apego” de Francia al acuerdo nuclear con Irán de 2015, señalando que “no hay alternativa”.

Sellado entre Teherán y las grandes potencias, el acuerdo prevé que Irán limite su programa nuclear a usos civiles, a cambio de un levantamiento progresivo de las sanciones internacionales.

El presidente estadounidense, Donald Trump, hostil a este acuerdo —negociado por su antecesor demócrata, Barack Obama— ha amenazado en varias ocasiones con romper el pacto. También impuso una serie de sanciones jurídicas y financieras a Irán recientemente, no vinculadas con las actividades nucleares.

Teherán amenazó con abandonar rápidamente el acuerdo nuclear si Estados Unidos proseguía con su “política de sanciones”.

Sobre el cambio climático, Macron confirmó la celebración de una conferencia internacional en la capital francesa el próximo 12 de diciembre y anunció que trabajará en la ONU por un “pacto mundial” sobre medioambiente, sin dar más detalles.

AFP y EFE