Cuando era estudiante de bachillerato, el australiano Bayer era adicto a la comida chatarra: dos sánduches de albóndigas con litro de gaseosa al desayuno, hamburguesa grande con dos tarros de helado de almuerzo y dos pizzas grandes de peperoni para las onces, dice LadBible que era su dieta de todos los días.

A sus 26 años, y luego de que muchas mujeres se burlaran de él por su obesidad, su autoestima tocó fondo, al punto de que pensamientos suicidas le pasaron por la cabeza.

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Pero fue cuando una visita al doctor lo hizo llorar, pues el galeno le dijo que si no bajaba de peso, era inminente que se enfermaría de diabetes, con las consecuencias conocidas de esa enfermedad.

De inmediato, comenzó a cocinar él mismo comida saludable y balanceada en casa, y en el 2014 se afilió por primera vez a un gimnasio, según el portal especializado Weight Loss Inspirations.

De esa forma pudo bajar 60 kilos y no bajó más porque su rutina de ejercicios le hizo ganar masa muscular, y ahora es un deportista consumado, con un cuerpo delgado y atlético.

Como anécdota, citada por LadBible, Bayer pasó de tener una o dos posibilidades de salir con alguien en el sitio de citas Tinder a más de 1.000 propuestas: “Las chicas quieren salir conmigo todo el tiempo”, explica Bayer.

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Precisamente, una de esas mujeres lo contactó por redes sociales y se identificó diciendo que ella era una de las personas que lo habían tratado con crueldad por su gordura en las épocas de colegio, pero le pidió que la perdonara y lo invitó a salir.

Bayer dice que “sintió un fresquito”, pero que decidió ignorarla por completo.