“Hoy en la capital de Jordania, expertos rusos, estadounidenses y jordanos (…) se pusieron de acuerdo sobre un memorando para crear una zona de desescalada” en las regiones de Deraa, Quneitra y Sueida, dijo Lavrov.

“En esta zona habrá un alto el fuego a partir de las doce, hora de Damasco, a partir del 9 de julio”, añadió.

En un primer momento, “la seguridad en torno a esta zona será garantizada por fuerzas y medios de la policía militar rusa en coordinación con los jordanos y los estadounidenses”, precisó Lavrov.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, confirmó el acuerdo y dijo que este compromiso es una muestra de que su país y Rusia pueden trabajar juntos en el tema de Siria y que van a seguir cooperando en el futuro.

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“Tuvimos una discusión muy larga con respecto a otras áreas de Siria en las que podemos seguir trabajando juntos para ‘desescalar’ las zonas y la violencia, una vez que el EI (grupo Estado Islámico) sea derrotado”, dijo.

Un alto cargo del Departamento de Estado reconoció que este es un “primer paso de un proceso más largo” y que Estados Unidos sigue siendo “modesto” y “realista” en sus objetivos, teniendo en cuenta los fracasos de anteriores treguas.

Rusia e Irán, aliados de Damasco, y Turquía, que apoya a los rebeldes, adoptaron en mayo el principio de creación de cuatro zonas de seguridad para instaurar una tregua duradera en varias regiones.

Sin embargo, no se pusieron aún de acuerdo sobre la forma en que serán administradas.

Moscú considera que la zona de “desescalada” prevista en el sur del país solo se puede establecer con el acuerdo de Estados Unidos y de Jordania, país fronterizo con Siria.

Las otras tres zonas identificadas son junto a la región de Idlib (noroeste), parte de la provincia de Homs (centro) y Ghuta, región controlada por la oposición cerca de Damasco.

Con AFP

Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz

Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.