“Es una creciente crisis de seguridad”, dijo Donald Trump en un discurso televisado a la nación, en el que insistió en erigir una barrera de acero en la frontera con México, con un costo de 5.700 millones de dólares.

En su discurso de nueve minutos, Trump dijo que los agentes fronterizos se enfrentan cada día a “miles de inmigrantes ilegales” que intentan entrar al país.

“A pedido de los demócratas, va a ser una barrera de acero y no un muro de concreto. Esta barrera es absolutamente crítica para nuestra seguridad fronteriza. Es algo que nuestros profesionales en la frontera quieren y necesitan”, dijo el presidente estadounidense.

“Es solo sentido común. El muro se pagará rápidamente por sí mismo”, añadió.

Trump señaló que además existe una “crisis humanitaria” y agregó que “todos los estadounidenses sufren por la inmigración irregular”.

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El mandatario citó varios casos de crueles asesinatos cometidos por inmigrantes irregulares y destacó que Estados Unidos puede sentir orgullo por acoger a inmigrantes legales.

Cierre de gobierno

El Gobierno ha estado cerrado durante casi tres semanas después de que Trump se negara a aprobar un proyecto de ley de financiamiento porque no incluía los 5.700 millones de dólares necesarios para construir el muro.

El presidente les dijo a los demócratas la semana pasada que estaba dispuesto a mantener el Gobierno cerrado durante meses o incluso años hasta que se resuelva el problema de la frontera.

En los últimos días, los demócratas y el Gobierno han mantenido reuniones para negociar el fin del cierre federal, pero los legisladores opositores dijeron estar dispuestos a aprobar solo 2.000 millones de dólares para el financiamiento de la seguridad fronteriza