Los oficiales hacían un patrullaje preventivo por la concurrida Gran Vía cuando observaron que los ocupantes de un carro que circulaba en la calle no tenían puestos sus cinturones de seguridad. Además del conductor, 2 adultos y un niño iban en el vehículo, todos sin el sistema de retención, informa La Vanguardia.

Los policías detuvieron el carro y le pidieron los documentos al conductor, que mostró tarjeta de identidad y licencia de conducción italianos. Sin embargo, el hombre se empezó a poner nervioso, lo que hizo que los uniformados empezaran a sospechar.

Por eso, iniciaron un análisis detallado de los documentos, y vieron que ninguno de ellos tenía algún tipo de cambio cuando eran expuestos a la luz solar. Los agentes llamaron al servicio de documentoscopia, que determinó la falsedad de las tarjetas, agrega Europa Press.

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Por eso, el hombre finalmente dio su verdadera identidad, con lo que se reveló que se trataba de un presunto homicida que estaba solicitado por la Interpol desde hace más de 30 años. Luego, fue puesto a disposición de las autoridades judiciales en la capital de España.