La decisión de Donald Trump implica un cambio radical en su equipo de seguridad nacional en medio de las delicadas negociaciones que Estados Unidos tiene en pie con Corea del Norte en estos días, informa The Washington Post.

Según funcionarios de la Casa Blanca citados por el medio capitalino, Trump consideró importante tomar la decisión en este momento, justo cuando prepara su reunión con el líder norcoreano, Kim Jong-un, (con quien se prevé se reúna en mayo) y para las negociaciones sobre comercio que se avecinan.

Luego de anunciar su despido, Trump le agradeció a Rex Tillerson su trabajo durante los 14 meses que estuvo al frente del Departamento de Estado, y les deseó éxitos a él y a su familia.

Las diferencias entre Trump y Tillerson habían sido evidentes en los últimos meses, y fueron mucho más visibles en el pasado mes de octubre, cuando se difundió el rumor de que el ahora exsecretario de Estado había llamado “imbécil” al presidente estadounidense, algo que fue negado hasta por el propio Trump, que entonces decía que su relación con Tillerson era muy buena.

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Semanas después de eso, en noviembre, las versiones sobre la salida de Tillerson de su cargo eran especialmente llamativas, y la división entre él y Trump pareció del todo clara en febrero de este año, cuando se refirieron al problema de las drogas en tonos muy distintos, evidenciando opiniones diferentes en un tema tan trascendental para Estados Unidos como lo es el narcotráfico.

De esta manera, con la salida de Tillerson, Mike Pompeo asumirá las funciones en el Departamento de Estado, y su reemplazo en la CIA será Gina Hapsel, que hasta ahora se desempañaba como directora adjunta de esa entidad, y que se convertirá en la primera mujer en presidir la agencia de inteligencia de Estados Unidos.