Que en América Latina hay dos clases de izquierda que llegan al poder es una tesis que se viene fortaleciendo con el paso de los años. Una es la radical y dictatorial conformada por el eje Cuba-Venezuela-Nicaragua, y otra es la que constituyen gobiernos democráticos y moderados como Chile, Honduras y Perú, entre otros. En medio de ese panorama, la región se pregunta a qué lado se inclinarán jóvenes gobiernos como el de Gustavo Petro en Colombia y un eventual gobierno de Lula Da Silva si gana en Brasil.

La diferencia entre las dos tendencias quedó en evidencia este miércoles cuando la cabeza del régimen de Nicaragua, Daniel Ortega, llamó “perrito faldero” al presidente de Chile, Gabriel Boric, y además hizo un comentario racista al decirle “pobre negro” al principal encargado del Departamento de Estado de Estados Unidos para Latinoamérica, Brian Nichols, por exigir la liberación de los presos políticos en el país centroamericano.

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Durante un acto con ocasión del 43 aniversario de la policía nacional, transmitido en cadena de radio y televisión, Ortega dijo que “se ha puesto de moda” pedir en foros internacionales que deje en libertad a los “presos políticos” de Nicaragua, y mencionó concretamente el caso del presidente chileno, que hizo ese pedido durante la Asamblea General de la ONU.

“El gobierno que quiere recibir aplausos del imperio yanqui (EE.UU.) y de algunos gobiernos de la Unión Europea salen allí, como perritos falderos, a hablar que hay que poner en libertad a los presos políticos en Nicaragua”, criticó Ortega, con una retórica propia de la izquierda de la década de los 80.

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Según Ortega, esos mismos “se olvidan de los presos políticos que tienen en su país”, en Chile, en donde, dijo, “sigue primando la Constitución que dejó” el dictador militar chileno Augusto Pinochet.

“Allí sale de repente [Boric demandando la liberación de los presos políticos en Nicaragua] y tiene cantidad de presos del gobierno anterior, de jóvenes que protestaban en las calles buscando un cambio profundo” en Chile, sostuvo Ortega.

También cuestionó, por tanto, la autoridad que tiene Boric para demandar la liberación de los presos políticos en Nicaragua. “¡Como si solo hubiesen presos en Nicaragua! Tienen el techo de vidrio. Tienen los presos en su casa. Tienen un régimen constitucional golpista, terrorista y hablan de esa manera”, reprochó Ortega.

Además, pidió con sarcasmo a Boric: “Deje de estar contando chiles [bromas] o chistes cuando está montado sobre las bases de una dictadura y una tiranía pinochetista que ejerce la represión contra los estudiantes”.

Durante la 70 Asamblea General de las Nacionales Unidas, Boric hizo un llamamiento a “contribuir” con la liberación de los presos políticos de Nicaragua.

Según datos avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), actualmente en Nicaragua hay más de 200 presos políticos, como producto de la crisis sociopolítica que estalló e abril de 2018.

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Asimismo, Ortega dijo que “otras voces en América Latina”, que no especificó, también han demandado la liberación de los prisioneros políticos en Nicaragua, pero “los que llevan la voz cantante es el imperio yanqui, que es el que ha cometido los mayores crímenes en la historia de la humanidad”.

“Hay un señor allí que sale constantemente dando declaraciones con una cara bastante brava, pareciera un perro bulldog de esos bravos. Se llama Brian Nichols”, indicó.

“Lo han puesto a ladrar. Ladra contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. A eso lo han puesto al pobre negro y, bueno, realmente, como que fue bien escogido porque tiene un rostro de perro bulldog”, añadió.

El principal encargado del Departamento de Estado de EE.UU. para Latinoamérica ha exigido a Ortega liberar a los presos políticos y que retorne a Nicaragua a la democracia.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.

Ortega, próximo a cumplir 77 años, lleva 15 años y 7 meses consecutivos en el poder, en medio de denuncias de autoritarismo y fraude electoral, ha tildado a los opositores presos de “traidores a la patria”, “criminales” e “hijos de perra de los imperialistas yanquis”.