La primera fase emplea una combinación de psicoanálisis y terapia de afirmación con la que se busca “extinguir” la atracción individual a miembros del mismo sexo, explica BBC Mundo.
En la segunda etapa, el objetivo es crear atracción hacia el sexo opuesto. Para esto se motiva a los pacientes masculinos para que vean a las mujeres de su entorno como un objeto sexual, señala el portal inglés.
El último paso es tener relaciones sexuales con gente del sexo opuesto. La terapia puede durar entre 8 y 18 meses para homosexuales y hasta dos años y medio con un transexual.
Yuri, una persona que siguió este proceso al pie de la letra, comentó que el tratamiento dejó hecho pedazos su deseo sexual y lo calificó como “catastrófico”.
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En Rusia existen varias organizaciones religiosas que ofrecen ‘tratamientos’ para homosexuales. Para Yevgeny Peresvetov, líder de la organización protestante ‘Vosstanovleniye’, ser gay es “la perversión del orden espiritual de una persona”. Con agua bendita, que debe tomar y se debe aplicar sobre el paciente, más el rezo de algunas plegarias los religiosos pueden quitar la atracción por las personas del mismo sexo, señala el informe.
El clérigo muestra el testimonio de dos hombres que “se libraron de pecado a sí mismos” al “quitarse de encima la homosexualidad”.
Sin embargo, también hay especialistas rusos que coinciden con especialistas occidentales en que la persona se da cuenta de su orientación sexual entre los 11 y los 13 años, y que esta no se puede cambiar con ningún método.
Vale recordar que en 1999 Rusia retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.