“La tasa de mortalidad en personas que padecen enfermedades respiratorias y cardíacas crónicas puede aumentar debido al polvo del Sahara, así como la de los enfermos con EPOC”, aseguró este miércoles el funcionario en declaraciones recogidas por Infobae.
Luis Antonio Ladino, doctor del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, por su parte, señaló que esta “inusual” tormenta de polvo que se está presentando en varios países de la región, principalmente en México, puede generar una mala calidad del aire.
El médico, de igual manera, explicó que el polvo del Desierto del Sahara, proveniente del occidente de África, contiene materiales biológicos y químicos que son potencialmente dañinos para la salud respiratoria.
De acuerdo con Alejandro Aguilar Sierra, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, ante esta situación lo más recomendable para las personas que se ven afectadas por este fenómeno natural es extremar las precauciones.
“Las recomendaciones sanitarias son parecidas a las que tenemos actualmente (por la pandemia del coronavirus): permanecer en casa y protegerse con tapabocas en lugares comunes”, agregó Aguilar Sierra.
Ante la presencia del COVID-19, ambos especialistas coincidieron en que la tormenta de polvo del Sahara no sería de mayor peligro para aquellos que ya estén infectados, siempre y cuando mantengan las medidas de salud necesarias y “permanezcan en casa”.
LO ÚLTIMO
.svg)
