Todo empezó luego de que el alcalde Bill de Blasio anunciara, este sábado, el cierre de las escuelas públicas de Nueva York hasta el fin del año escolar debido al coronavirus, aunque el gobernador aclaró luego que la decisión final le corresponde, y que debe ser adoptada en coordinación con el área metropolitana.

“Cerrar nuestras escuelas públicas por el resto del año (escolar) no es fácil, pero es necesario para salvar vidas”, dijo de Blasio en conferencia de prensa.

La medida afecta a 1,1 millones de niños y jóvenes en las escuelas públicas de la ciudad, que están tomando clases en línea desde el 16 de marzo.

No obstante, el gobernador Andrew Cuomo, un viejo rival del alcalde -aunque ambos son demócratas- dijo poco después que la decisión sobre cuándo reabrir las escuelas de la ciudad le corresponde y debe ser tomada de manera coordinada, e idealmente junto a los estados vecinos de Nueva Jersey y Connecticut.

“No se puede tomar una decisión solo para la ciudad de Nueva York sin coordinar con toda el área metropolitana, porque todo funciona junto”, dijo Cuomo a periodistas.

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Consultado sobre si es él quien tiene el poder legal de cerrar las escuelas de la ciudad de Nueva York, respondió: “Es mi autoridad legal en esta situación, sí“.

“Entiendo la posición del alcalde, que quiere cerrarlas hasta junio, y quizás lo hagamos, pero lo haremos de manera coordinada con las otras localidades”, añadió.

En este caso, las escuelas recién reabrirían sus puertas en septiembre para dar comienzo al nuevo año escolar, pero la decisión sigue en vilo debido a la disputa entre los dos políticos.

Cuomo había extendido el lunes pasado el cierre de todas las escuelas del estado al 29 de abril, y dijo que no habrá una nueva decisión inmediata al respecto.

Por ahora, la otra preocupación tiene que ver con las muertes debido a la COVID-19, que siguen subiendo en la Gran Manzana y ya superan las 5.800. Casi 93.000 residentes de la ciudad han sido infectados.

En las últimas 24 horas el estado registró 789 muertes, apenas 10 menos que el récord de 799 del jueves pasado.

La cifra “se está estabilizando, pero a una tasa horrorosa”, dijo Cuomo.

Pero en el estado de Nueva York, el más afectado por la pandemia en Estados Unidos, “el número de hospitalizaciones parece haber alcanzado el ápice, y el ápice parece ser una meseta”, dijo Cuomo. “Todos los números están en una curva descendente”.