El episodio ocurrió exactamente nueve días después de un incidente similar y horas antes de su viaje a Osaka para la cumbre del G20, mientras se realizaba la toma de posesión de la nueva ministra de Justicia, Christine Lambrecht, en el palacio de Bellevue en Berlín.

Merkel tembló durante unos dos minutos, observó en el lugar un fotógrafo de la agencia de prensa alemana DPA.

La canciller, que cumplirá 65 años el próximo 17 de julio, intentó controlar estos espasmos cruzando sus brazos durante el discurso del presidente federal Frank-Walter Steinmeier, según imágenes publicadas por la televisión alemana.

Los temblores cesaron cuando pudo dar algunos pasos.

“No hay ningun encuentro anulado para hoy ni mañana, la canciller se encuentra bien. Viajará como previsto en avión a Osaka”, había indicado la cancillería a la AFP.

Merkel, en el poder desde 2005, actualmente al frente de una inestable coalición, se retiraría de la escena política a más tardar al finalizar su actual mandato, en 2021.

La canciller viaja siempre acompañada por un médico y un auxiliar sanitario del servicio de Salud del ministerio federal de Relaciones Exteriores, cuando se desplaza en avión para cumbres o visitas de Estado.

Episodio con antecedentes

Merkel sufrió una crisis de temblores como ésta, pero más impresionante, durante una ceremonia oficial el 18 de junio con el nuevo presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Estas convulsiones habían sido atribuidas a la deshidratación.

“Bebí por lo menos tres vasos de agua, que manifiestamente me faltaba, y ahora me siento muy bien”, había declarado en ese momento.

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No obstante, este jueves las temperaturas eran clementes en Berlín, con menos de 30 ºC.

La canciller ya se había sentido mal en diciembre de 2014 durante una entrevista. En aquel entonces sufrió una baja de tensión. La grabación fue interrumpida brevemente y su entorno explicó igualmente que se debía a la deshidratación.

Merkel viajó este jueves hacia Japón para asistir a la cumbre del G20 donde “están previstos numerosos encuentros bilaterales con otros dirigentes”, publicó por su parte en Twitter su portavoz, Steffen Seibert.

Según medios alemanes, se ha fletado un segundo avión gubernamental para evitar un posible retraso de la canciller, algo que ya le sucedió durante el precedente G20 en Buenos Aires, debido a una avería de su avión.

La flota gubernamental alemana ha sufrido varias averías en los últimos meses, lo que ha llevado a Alemania a dotarse de nuevos aparatos.

A su regreso a Europa, a la canciller la espera el domingo una cumbre de la UE, la tercera en un mes, que se prevé decisiva puesto que los líderes tendrán que ponerse de acuerdo sobre quién ocupará el cargo de presidente de la Comisión, así como de otros puestos considerados clave.