Se cree que la estación espacial, que ha sido descrita como un “palacio estelar”, podría llegar a la Tierra el próximo 31 de marzo, según ABC. Sin embargo, The Aerospace Corporation dice que el evento podría ocurrir el 4 de abril, mientras que la Agencia Europea Espacial amplía el margen del 29 de marzo al 9 de abril, indica El País, de España.

Pero hay que aclarar que no se espera que alguna persona resulte afectada, y mucho menos que haya una escena apocalíptica en el lugar en el que caiga. Lo más posible es que casi todos los componentes de la estación, que es tan grande como un bus, se consuman al entrar a la atmósfera, y que algunos pedazos caigan a la Tierra.

La probabilidad de que una persona reciba un impacto en 10 millones de veces menor que la probabilidad que hay de que le impacte un rayo en un año, agrega el citado medio español.

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The Washington Post dice que los científicos ya sabían que la Tiangong-1 se convertiría en un “meteorito hecho por el ser humano” desde hace más de un año, cuando la estación dejó de recibir las órdenes que se le enviaban desde China. En ese momento, el laboratorio ya estaba de regreso. Ahora no se sabe el lugar de su posible caída, cosa que solo se aclararía un día antes del impacto.

Por lo pronto se sabe que la estación (o lo que quede de ella) podría caer en una franja que abarca territorios de España, Francia, Grecia, Portugal e Italia, por la parte norte, y Australia, Nueva Zelanda y Argentina, por la parte sur. Pero los expertos han dicho que no hay que preocuparse (mucho) a pesar de que unas 19 mil piezas del laboratorio podrían llover en los próximos días.

La firma investigadora Aerospace recordó que en la historia de los vuelos espaciales, ninguna persona ha resultado afectada por la entrada en la Tierra de escombros, y recuerda que solo se tiene un registro de un impacto de este tipo a una mujer, que no quedó herida.