Lo hizo en el Distrito Norte de Illinois, donde se presentaron anteriormente varias demandas contra la empresa en relación con un accidente similar, con 189 víctimas mortales, ocurrido con una aeronave de la aerolínea indonesia Lion Air, a finales de octubre pasado, según The Wall Street Journal.

La demanda de la familia Musoni responsabiliza a Boeing y a los reguladores estadounidenses de los defectos en el sistema de control de vuelo que habrían provocado la catástrofe, así como de los fallos en la certificación del 737 Max.

Avión de Ethiopian Airlines

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Dos catástrofes aparentemente similares –en el mar de Java y en Etiopía, con 189 y 157 muertos, respectivamente– provocaron una cascada de suspensiones por parte de aerolíneas y reguladores del transporte aéreo, dejando en tierra la flota global de los 737 Max y provocando un desplome de las cotizaciones de Boeing en la bolsa.

La investigación preliminar apunta a que los pilotos tuvieron dificultades con el software del estabilizador MCAS (siglas en inglés de Sistema de Aumento de las Características de Maniobras) y no lograron retomar el control de la aeronave.

El sistema MCAS baja automáticamente la trompa del avión cuando los sensores detectan un ángulo de vuelo muy elevado que puede llevar a que la aeronave entre en pérdida.

Boeing ya avanzó que está reprogramando el MCAS de los 737 Max, para que los pilotos puedan contrarrestarlo con el control manual o para que se desactive automáticamente cuando los sensores del flujo de aire a ambos costados de la aeronave ofrezcan lecturas muy distintas.