Mark Kelly, un ex astronauta, superó a su contrincante republicano Blake Masters, informaron las cadenas televisivas CNN y CBS.

Su victoria eleva el número de senadores demócratas a 49, quedando a un solo puesto de retener el control de la cámara alta del Congreso. Todavía están en juego dos escaños: Nevada, donde el recuento sigue en marcha, y Georgia, donde la segunda vuelta está prevista para el 6 de diciembre.

Si ambos partidos acabaran con 50 escaños cada uno y, por tanto, mantuvieran el statu quo, los demócratas conservarían el control del Senado gracias al voto de la vicepresidenta Kamala Harris.

Lee También

Masters, el candidato derrotado en Arizona, todavía no ha reconocido su derrota. De hecho, el viernes por la noche el expresidente Donald Trump escribió en su red social que algunas máquinas electorales no habían funcionado en Arizona, y que el resultado era “una estafa y un fraude electoral”.

“¡Rehagan las elecciones!”, instó.

La “ola” republicana tan esperada por sus partidarios no fue tal y, aunque todavía no se conocen los resultados finales, los demócratas parecen haber conseguido limitar los daños.

(Lea después: Las razones por las que Trump ya es gran perdedor de las elecciones intermedias en EE. UU.)

Varios días después de la votación del martes, el control del Congreso sigue siendo incierto. Los republicanos parecían dispuestos a ganar la mayoría en la Cámara de Representantes pero aún les faltaban siete escaños.