Un informe, tras encuestar a 475 trabajadores de la organización (el 70 % del total) y hacer varias entrevistas, dedujo que el ambiente laboral en Amnistía Internacional es “tóxico”, publica el diario The Guardian.

El texto encontró una dinámica peligrosa que definió como: “Nosotros contra ellos”, en la cual los empleados tienen desconfianza en la alta gerencia, explica el rotativo inglés.

“A medida que las divisiones organizativas y la evidencia del nepotismo y la hipocresía se conviertan en conocimiento público, serán utilizados por el gobierno y otros opositores del trabajo de Amnistía para socavar o rechazar la defensa de Amnistía en todo el mundo, poniendo en peligro la misión de la organización”, detalla el informe citado por The Guardian.

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“Hubo múltiples informes de gerentes que menospreciaban al personal en las reuniones, excluyendo deliberadamente a cierto personal de los informes o haciendo comentarios degradantes y amenazantes como:” ¡Estás cagado! o ¡Deberías renunciar! Si te mantienes en esta posición, tu vida será una miseria “, añade el estudio realizado por el grupo KonTerra.

El personal encuestado y entrevistado informó sobre múltiples casos de discriminación por motivos de raza, género e inclinación sexual. Incluso dijeron que los empleados LGBTI fueron tratados injustamente, informa el rotativo británico.

“Dada la condición y la misión de Amnistía, proteger y promover los derechos humanos, la cantidad de casos que recibió el equipo de evaluación de intimidación, racismo y sexismo es desconcertante”, se lee en el informe.

Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional, respondió  a The Guardian que las conclusiones son profundamente preocupantes y aseguró que presentaría un plan de reforma para fines de marzo.